Por diversos motivos toda esta semana tendré bastante tiempo libre. Aprovecharé en terminar algunas cosas, empezar otras y, sobre todo, salir. Uno de los lugares por los que quiero darme una vuelta es el Centro Cultural España, que me sigue gustando tanto como la primera vez que fui hace muchos años. Ayer llegó al correo la agenda cinematográfica de la semana y esto es lo que me interesa ver:
Miércoles 21
7.30 PM: Nilo Inga - Yurak Quilla (2008) [28 minutos, Perú]
(se proyectará, además, un cortometraje llamado Cadena De Cristal (2007) [30 minutos] y al término de ambas habrá un breve conversatorio)
Desconozco al director, por lo que la única objeción que le haría a esta proyección es tener un afiche con un diseño tan poco atractivo. Si me llama la atención es gracias al reciente (e incipiente todavía) acercamiento que he tenido a la música folklórica de otros países latinoamericanos, que ha producido en mí un interés en la música andina tradicional. Me entusiasmó leer esto en el portal web Visor Perú, a propósito del estreno del documental:
A través de la música de la tinya y la danza de los Auquish, Yurak Quilla le da seguimiento a un grupo de jóvenes músicos, contando sus vivencias y esfuerzos por mantener viva la tradición de sus pueblos. Son jóvenes que viven en el distrito de Chambará, provincia de Concepción, departamento de Junín, que desempeñan diferentes oficios cotidianos pero llevan siempre la música en la sangre. Con la tinya y las quenas bien afinadas interpretan la música de la danza de los Auquish, colorido baile que año tras año engalana las fiestas del distrito de Huáchac. De esta manera cumplen su compromiso con las costumbres y tradiciones de los pueblos andinos del centro del Perú.
Jueves 22
5.00 PM: Jason Reitman - Juno (2007) [91 minutos, Estados Unidos]
Película sorpresiva por no ser lo que parece: otra comedia juvenil americana. Adorable por el soundtrack, las actuaciones y ciertas escenas con las que uno fácilmente puede conectar. Espero escribir más acerca de ella alguna vez. Esta sería mi tercera vez en verla.
Sábado 24
5.00 PM: Woody Allen - Cassandra's Dream (2006) [91 minutos, Inglaterra]
Todavía no la he visto. Sólo sé que va de dos hermanos sin dinero que pretenden la ayuda de un familiar, aún si tienen que hacer lo que no es correcto. Dicen que es no es tan buena, pero tendría que comprobarlo por mi cuenta. Voy por el director y porque es gratis.
7.00 PM: Paul Thomas Anderson - There Will Be Blood (2007) [158 minutos, Estados Unidos]
Sé muy bien que es excelente y he cometido la torpeza de no verla. La suerte ha hecho que tenga una segunda oportunidad de mirarla en pantalla grande. Daniel Day Lewis es uno de los pocos actores realmente increíbles con los que cuenta Hollywood actualmente. Aquí encarna a un magnate obsesionado con el control de un terreno donde se ha encontrado petróleo; y eso lo lleva a enfrentarse a su propio hijo, un simpatizante de las ideas socialistas.
Domingo 25
5.00 PM: Gus Vant Sant - Paranoid Park (2007) [85 minutos, Estados Unidos]
Vuelve el mejor Gus Van Sant en otro maravilloso retrato adolescente. La dirección de esta película es sorprendente en el manejo del guión. No es burda pirotécina visual, es maestría. La vi bajada de internet hace meses, junto a unos amigos que lamentablemente no supieron aprovecharla del todo. Fui al cine a verla por segunda vez, junto a solo diez personas más, y volví a quedar maravillado. Frenética y pausada al mismo tiempo, es una lástima que su permanencia en nuestra cartelera haya sido ridícula.
7.00 PM: Christopher Nolan - The Dark Knight (2008) [150 minutos, Estados Unidos]
Quise verla el año pasado con mi novia de entonces pero no se pudo. Más allá de tenerla ya descargada en casa, de la merecida mitificación de Head Ledger y de los fans más pesados, es una película de vista obligatoria aún si las historietas de acción no son de tu interés. Intensa, bien actuada y dirigida y demasiado violenta y oscura como para que te aburras.
Y ahí lo tienen. Parte de mi semana de vagancia ya planificada. Y en un lugar que siempre fue de mi agrado. Es la ociosidad productiva que tanto quería desde hace días.