miércoles, 12 de agosto de 2020

DÍA DEL VINILO

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Hace muchos meses que no compro discos, casi un año. ¿El motivo? Simple: toca ahorrar. Y ahora, con la pandemia y el confinamiento, todavía más.

Igual aun tengo pendientes de limpieza y clasificación bastantes discos de 45. Una especie de digging casero en los pequeños lotes que de vez en cuando encontraba a buen precio o me cedían gratuitamente algunos amigos y en los que suelo descubrir más de una cosa agradable. Como estos singles de soul del periodo 65-75, ya listos para girar, brillar y sumarse a la colección.

Feliz día del vinilo.

viernes, 3 de abril de 2020

SINDICATO DE HÉROES DE CULTO SUSTITUTOS: BILL WITHERS (1938 - 2020)

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Entre los soulmen favoritos de muchos, donde por supuesto me incluyo, Bill Withers (Virginia Occidental, 1938) tiene un lugar especial por mantener un camino bastante personal a pesar de la parafernalia y la estridencia muchas veces inherente al soul de los 70. Y aún así tuvo hits y fue estrella mundial. Su estilo cálido e íntimo (Grandma's Hands) podía volverse también sombrío y angustioso (Better Off Dead) o sensual y sugerente (Use Me) Todo un abanico de emoción pura desplegado en una discografía valiosa, especialmente la editada en Sussex (los tres primeros álbumes)

A propósito de Better Off Dead, en ella Withers se mete en la piel de alguien completamente consumido por el alcoholismo. Su esposa, tras intentar salvarlo durante muchos años ("ella lo dio todo / y recibió lo mínimo"), finalmente lo abandona llevándose a sus hijos. No les guarda rencor, reconoce que hicieron lo correcto, acepta que estarán mejor sin él y les desea una mejor vida. Solo, alcoholizado, sin dinero y sin nada más en casa que empeñar, decide que solo queda una cosa por hacer. Tras dos minutos de tensión (cortesía de Booker T and the M.G.'s con Stephen Stills en la guitarra) lo último que se oye es un disparo. Fue incluida al final del primer álbum y recuperada como lado B al año siguiente para el single Lean On Me.

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Una de mis canciones preferidas (tengo tanto el 45 original como el prensaje peruano) a pesar de su temática sombría.  . La canción se volvía aún más oscura cuando la pinchaba en algunas fiestas el 2017 y veía a la gente bailarla tan animada (el sonido del gatillazo final prefería obviarlo al empalmar con otra canción).

Volviendo al buen Withers, es una pena que Netflix Latinoamérica haya retirado Still Bill, documental donde habla de su niñez, el amor por la música y explica por qué a pesar del éxito se hartó de la industria y la fama y prefirió volver con su familia y amigos. Si tienen oportunidad de verlo por favor háganlo, vale bastante la pena. Escuchar sus discos, todos sin excepción, repito, también. Su muerte hoy viernes en Los Ángeles-California es una pérdida enorme para el Soul y la música en general. Que descanse en paz.

martes, 15 de enero de 2019

THE DEVONNS - COME BACK / THINK I'M FALLING IN LOVE (2018)

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Los miembros de The Devonns son de ese aún existente grupo de jóvenes que parecen haberle dado la espalda, al menos compositivamente, a la excesiva estridencia que desde hace un tiempo afecta a la música popular moderna y en su lugar han preferido bucear en el gran bagaje soul de Chicago, su ciudad natal. Lo que viene a demostrar, una vez más, que aquellas grabaciones de hace cuarenta o cincuenta años todavía son capaces de estimular las mentes y los corazones de músicos y fans sin que ello se traduzca en un mero ejercicio de estilo o un innecesario revival. Por el contrario, se les escucha lo suficientemente sensibles para expresar emociones de un modo contemporáneo. Música actual, sí, y al mismo tiempo consciente de ser parte de una tradición.

Tradición en la que Mathew Ajjarapu, compositor y multi-instrumentista, se adentra luego de abandonar la universidad. Tan maravillado queda con la producción de esos discos antiguos (la pericia instrumental y el profesionalismo musical son inherentes en el soul) que decide formar una banda. The Devonns se completa con Khori Wilson en la batería, Khalyle Hagood en el bajo y Cam Cunningham en la guitarra. Y ninguno parece tener más de treinta años. Quizá por ello las composiciones rezuman cierta inocencia primigenia que juega a su favor. En su contra se podría decir que por momentos suenan algo conservadores. ¿Pero están ellos empeñados en demostrar lo contrario? No se puede exigir a una banda ser algo que de plano no quiere ser. Recordemos, además, que el soul de Chicago siempre ha tenido una suavidad y encanto pop que lo diferenciaba del estilo practicado en otras ciudades de Norteamérica. En casos así, hace falta más de dos canciones para emitir juicios de valor tan concluyentes.

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Lo que acabo de decir se nota sobre todo en el primer corte de este single debut, editado a mediados del año pasado por el sello italiano Record Kicks. Come Back es esencia una canción sencilla pero muy efectiva, una apuesta segura con coro en semi-falsete realzada por la guitarra de Ken Stringfellow, fundador de The Posies y músico de apoyo de R.E.M., y por los timbres y arreglos de cuerdas de Paul Von Mertens, miembro de la banda de Brian Wilson desde hace algunos años. Ambas intervenciones tienen incluso un momento determinado, casi al final, donde predominan por sobre el resto de participantes. Sin embargo, es en la cara B de este siete pulgadas donde todo está mucho mejor equilibrado y estos muchachos suenan más naturales. Think I'm Falling In Love comparte el romanticismo de su predecesora, canjeando pérdida por esperanza, con vientos y violines que no hacen más que realzar la declaración del coro. E incluso se superan a sí mismos en un puente ("and I love you / like no other") cuya melodía mezcla fuerza y fragilidad a partes iguales. Es la belleza de este momento la que me hace decidir comprar el disco. Y, en general, pensar que en el futuro esta joven banda de Chicago, aun cuando sus influencias le quedan todavía demasiado grandes, puede brindarnos momentos de igual intensidad y valía. Felizmente parece que no tendremos que esperar mucho. Según ellos mismos, el LP se edita en unos poco meses más.

domingo, 6 de enero de 2019

JON SAVAGE - TEENAGE: LA INVENCIÓN DE LA JUVENTUD 1875-1945 (2007/2018)

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Hace unos años Matt Wolf dirigió "Teenage", documental (disponible en PrimeVideo y algún torrent por ahí) que intenta explicar cómo empieza a gestarse la cultura adolescente como un estadio bastante diferenciado de la niñez y la edad adulta. La base era el monumental ensayo del mismo nombre escrito por Jon Savage el 2007. En él, Savage rastrea las primeras manifestaciones de rebeldía juvenil tirando de un hilo que lo lleva hasta mediados del siglo diecinueve, cuando comienzan a aparecer las primeras pandillas con códigos de diferenciación propios basados en la ropa, el baile, la jerga, los peinados, la desobediencia, la teorización sobre sí mismos y el rechazo a la adultez.

El marcado tono onírico del documental hace que éste no sea muy logrado y quede corto al abarcar poco menos de la segunda mitad del libro. Algo completamente entendible dada la escasez, o de plano la inexistencia, de material filmográfico pre-1910. Pero funciona como complemento de un libro que por fin ha sido traducido hace unos meses (y que incluye muchas fotografías)


Desde los Dead Rabbits en Nueva York (los mismos que Scorsese retratara a partir del libro de Herbert Asbury, disponible también en español) hasta los dandys proletarios (y pre-mods) de fines de los años cuarenta. En medio: Bright Young People, Hooligans, Flappers (chicas de los años 20 obsesionadas con el pelo corto, la independencia y el charleston), Swing Boys alemanes, Vorticistas, Neo-paganos, Zoot-suiters, Juventudes Hitlerianas, Victory Girls, etc, etc. Como canta uno de nuestros héroes en In The City: "y todos aquellos rostros dorados tienen menos de veinticinco años". Librazo.

Teenage: la invención de la juventud 1875-1945
Jon Savage, 2007
Desperta Ferro Ediciones, 2018
traducción de Enrique Maldonado Roldán
670 páginas, rústica

jueves, 19 de abril de 2018

50 ANIVERSARIO: THE ZOMBIES - ODESSEY AND ORACLE (1968)

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Esta maravilla de pop barroco y semi sicodélico, grabado en Abbey Road, cumple hoy 50 años. Un LP lleno de bondades y virtudes cuyo único pecado es haber llegado demasiado tarde, algo mortal en una década de avances como los sesenta. Felizmente se le ha revalorizado a través de los años y puesto casi a la par de los clásicos de su generación gracias a su riqueza musical y profundidad temática. A la instrumentación estándar de rock se suman vientos, cintas al revés, flautas, coros a tres voces y en especial todo un arsenal de teclados (desde pianos y armonios a hammonds y mellotrones) para construir un pop por momentos positivo (la carta a una novia en prisión de Care Of Cell 44, la celebración del amor en I Want Her She Wants Me, y de la amistad de Friends Of Mine, la esperanza en el futuro de This Will Be Our Year) pero sobre todo baladas desoladoras (A Rose For Emily, basado en un cuento de William Faulkner), de amor no correspondido (Brief Candles) e infidelidad (Maybe After He's Gone), llenas de melancolía (Beechwood Park) e introspección (Hung Up On A Dream, mi preferida) que no rehúyen denuncias a la guerra (la fantasmagórica Butcher's Tale) y a las subculturas que devienen rápidamente en moda (Changes) Time Of The Season, el hit tardío que llegó al tope de las listas cuando la banda ya no existía, despide el disco con la banda haciendo lo posible por capturar lo mejor de toda una época, esforzándose hasta el inevitable fade out.

En fin, podría hablar de este álbum tanto como las veces que lo he escuchado (y lo he escuchado docenas de veces), como ahora, que gira en el plato mientras escribo esto, pero creo que ha quedado claro. Se trata de un trabajo musicalmente bastante remunerativo, exquisito y gratificante, que además está ligado a lugares, personas y momentos específicos de mi vida sin que por ello haya perdido la capacidad de asombrar y prometer. Y me gusta que cada vez más personas lo conozcan y aprecien, seguramente porque llegué tarde a él (2003) y no quisiera que nadie más lo haga.

lunes, 12 de marzo de 2018

LUIS LOAYZA: 22/09/1934 - 12/03/2018

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Solían referirse a él, las pocas veces que era nombrado, como un escritor alejado del foco público, esquivo, y de prosa exquisita, uno de los mejores narradores peruanos. Y no era exagerar. Su muerte hoy en París a los 83 años nos recuerda la importancia de una obra demasiado breve pero excelente, de la que recomiendo especialmente dos títulos, favoritos personales: el tomo de relatos Otras tardes, y la novela corta Piel de serpiente (publicada cuando apenas cumplía los 30 años) Se la compré a mi buen amigo Stuart Flores allá por el 2013 y fue el primer acercamiento que tuve a la narrativa de Luis Loayza.

Sirva su triste partida para recordar volverlo a leer.