Este año Lekman vuelve con un nuevo LP. Sin embargo, a inicios de enero nos contaba que como compositor había emociones y pensamientos que no resistían todo el proceso creativo. Que hay grandes posibilidades en que algo deje de ser importante de una mañana a otra, lo cual a veces no es justo. Fue entonces que nuestro sueco favorito hizo una promesa de año nuevo: sentarse una vez por semana, durante todo el 2015, a componer una canción para preservar esas sensaciones en el tiempo (subiéndolas a su cuenta personal de Soundcloud). Luego de de tres álbumes y varios EPs y singles, es gratificante saber que busca nuevas maneras de estimular su creatividad imponiéndose un plan de trabajo tal. Pero a pesar de la alegría de saber que tendríamos una canción nueva de él por semana, yo desconfiaba de que pudiera lograrlo. Después de todo (eh, tú, Sufjan, no mires a otro lado) no es el primer compositor en dejar de lado un proyecto de esta clase.
Y véanlo, véannos ahora. Febrero casi acaba y tenemos ya seis postales, que así prefiere llamarlas él. Y todas son una belleza. Unas más, otras menos, pero todas tienen el encanto de lo cotidiano. ¿Cómo es posible que no use alguna de ellas en su nuevo disco? Estamos hablando de 52 canciones nuevas. Dos o tres seguro irán a parar al próximo álbum, ¿pero y las demás? Las melodías brotan de este señor, no hay duda.
Y todas tienen su marca, esa que tanto nos gusta. Los pianos lánguidos y solitarios de aquellos lejanos cortes del "Oh You're So Silent" en Postcard #1, diciéndonos que estas canciones son "como marcadores de libros en el tiempo, como migajas de pan". O describiéndonos una tarde en el parque con samples y toques jazzy en la #2. La tercera Postal, en cambio, resultó de algo mucho más especial como un pedido para tocar en una boda. ¡Jens entonces dedicó su nueva canción a los novios! Dos australianos que "sencillamente se despertaron un día y decidieron que el sol es aburrido" y terminaron casándose en Jukkasjärvi, una de las localidades más frías de Suecia (famosa por su hotel de hielo) "Si el amor puede sobrevivir aquí, entonces el amor puede sobrevivir en cualquier lugar". Qué envidia.
La cuarta Postal es mi favorita hasta el momento. Un accidentado viaje en bus (con truenos y todo) como catalizador de recuerdos que van quedando atrás, saliendo de diferentes partes del cuerpo y los sentidos (rimando cortex con gortex con vortex) La melodía es bellísima pero resignada, acompañándose otra vez de un piano y suaves vientos. Es una lástima que dure tan poco. En Postcard #5 narra las sensaciones que le dejan las giras y lo que creía de ellas cuando empezó a hacer música. No puede evitar pensar en todos los pequeños lugares que no ha visitado, lejos del circuito de los festivales y las ciudades principales. Así que propone tocar donde sea siempre que lo inviten. "Livingroom Tour" lo llama, y al final de la canción nos pide que le escribamos a su correo si queremos que toque en nuestra sala, el jardín de un amigo, o en la biblioteca.
La última de las postales hasta el momento es otra de mis preferidas. De los samples que usa, el de la banda sonora de Interstellar nos da la clave de la canción. Tal como lo hace el protagonista de la película, Jens deletrea en morse las palabras "I Miss You". ¿Pero cuántos de nosotros sabemos código morse? Así que al instante se deja de rodeos: "te extraño, te extraño, te extraño".
Te extraño...
Te extraño...
Sí, nuestro corazón podrá estar roto, pero aún quedan cuarenta y seis postales más que nos hagan compañía una vez por semana. "Entonces al final de este año podremos sentarnos tú y yo y escuchar todas estas 52 canciones, y recordar dónde estábamos y cuándo, y a quién besamos y a quién perdimos. Estoy deseando llegar a eso." Yo nunca quise llegar a eso, Jens. Pero ahí estaré de todas formas.
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